El futuro de la inversión inmobiliaria es fraccionario
La tokenización de bienes inmuebles se ha convertido en el foco de muchas instituciones en 2018, y es probable que continúe en el futuro, ya que Ethereum ofrece una forma de agregar niveles mejorados de liquidez (tokens) a una industria notoriamente ilíquida (Inmuebles).La propiedad fraccionaria democratiza el acceso a la inversión inmobiliaria y, por lo tanto, distribuye y minimiza los riesgos y el trabajo que implica poseer una propiedad
¿Qué son los tokens inmobiliarios?
La tokenización inmobiliaria convierte el valor de un bien inmueble en un token almacenado en una cadena de bloques, lo que permite la propiedad y transferencia digitales. Cada uno de estos tokens divisibles presenta una participación fraccionaria en la propiedad de ese bien inmueble.
En términos simples, la tokenización se puede ver como la división de un activo físico en pequeñas partes digitales, que representan el activo subyacente que se tokeniza.
La posesión de estos tokens otorga a los inversores un derecho económico en forma de interés, fruto de la revaloración del inmueble o los flujos de caja generados mediante su arrendamiento.
Sabemos que la tokenización significa digitalizar un activo determinado de manera que el token (que podría considerarse la representación virtual de un bien mediante blockchain) sea representativo de ese bien. El token sería, por lo tanto, una unidad de valor que ha sido emitida por una entidad privada. La particularidad de los tokens es que gracias a su criptografía se puede acreditar que el propietario sea el único poseedor de un determinado producto.
Cuando pensamos en un inmueble sabemos que las escrituras representan su propiedad. Pues bien, en el mundo digital el token podría representar derechos de explotación de la vivienda o las plusvalías generadas a raíz de su venta.
A la hora de invertir en un inmueble de manera tradicional existen algunas barreras de entrada. Lo primero, contar con el capital suficiente para adquirir ese bien, ya sea para obtener rentabilidad o para venderlo tras su adquisición. Es aquí donde la tokenización rompe con lo establecido, puesto que al tokenizar el activo estás dividiendo el bien (en este caso el inmueble) en participaciones digitales. Gracias a esto se obtiene más accesibilidad y facilidad de transmisión de las propiedades. Con pequeñas participaciones los pequeños ahorradores podrían participar activamente en el sector inmobiliario.
Otra característica particular es que las transacciones con tokens no tienen intermediarios ni necesitan de ninguna persona que autorice el proceso. Por lo tanto, la transmisión de los tokens se realizaría de forma similar a una transacción bancaria entre dos particulares. Esto reduciría los costes de la compraventa de inmuebles e incentivaría la automatización de los cambios de registro de propiedad.Los tokens nos permiten comprar un porcentaje del inmueble. Si un propietario pone en venta los tokens perderá la propiedad del inmueble una vez se haya vendido el 100% de estos. Lo que suele hacerse frecuentemente es que el propietario se guarde un porcentaje para él, de modo que siga obteniendo beneficios con los pagos del alquiler, mientras la gestión del inmueble es llevada a cabo por un gestor autónomo.
Por el momento, en España se han comprado viviendas con criptomonedas, pero aún se mantiene el sistema de compraventa usual como el único vigente y, por el momento, no se realiza con smart contracts. En ocasiones es un inversor quien da una cantidad de tokens para realizar la tokenización, con el objetivo de recuperar la inversión inicial a través de la venta, ya que la tokenización de una propiedad no equivale a que legalmente el propietario de los tokens sea considerado como el propietario del inmueble.
Sabemos que la tokenización significa digitalizar un activo determinado de manera que el token (que podría considerarse la representación virtual de un bien mediante blockchain) sea representativo de ese bien. El token sería, por lo tanto, una unidad de valor que ha sido emitida por una entidad privada. La particularidad de los tokens es que gracias a su criptografía se puede acreditar que el propietario sea el único poseedor de un determinado producto.
Cuando pensamos en un inmueble sabemos que las escrituras representan su propiedad. Pues bien, en el mundo digital el token podría representar derechos de explotación de la vivienda o las plusvalías generadas a raíz de su venta.
A la hora de invertir en un inmueble de manera tradicional existen algunas barreras de entrada. Lo primero, contar con el capital suficiente para adquirir ese bien, ya sea para obtener rentabilidad o para venderlo tras su adquisición. Es aquí donde la tokenización rompe con lo establecido, puesto que al tokenizar el activo estás dividiendo el bien (en este caso el inmueble) en participaciones digitales. Gracias a esto se obtiene más accesibilidad y facilidad de transmisión de las propiedades. Con pequeñas participaciones los pequeños ahorradores podrían participar activamente en el sector inmobiliario.
Otra característica particular es que las transacciones con tokens no tienen intermediarios ni necesitan de ninguna persona que autorice el proceso. Por lo tanto, la transmisión de los tokens se realizaría de forma similar a una transacción bancaria entre dos particulares. Esto reduciría los costes de la compraventa de inmuebles e incentivaría la automatización de los cambios de registro de propiedad.Los tokens nos permiten comprar un porcentaje del inmueble. Si un propietario pone en venta los tokens perderá la propiedad del inmueble una vez se haya vendido el 100% de estos. Lo que suele hacerse frecuentemente es que el propietario se guarde un porcentaje para él, de modo que siga obteniendo beneficios con los pagos del alquiler, mientras la gestión del inmueble es llevada a cabo por un gestor autónomo.
Por el momento, en España se han comprado viviendas con criptomonedas, pero aún se mantiene el sistema de compraventa usual como el único vigente y, por el momento, no se realiza con smart contracts. En ocasiones es un inversor quien da una cantidad de tokens para realizar la tokenización, con el objetivo de recuperar la inversión inicial a través de la venta, ya que la tokenización de una propiedad no equivale a que legalmente el propietario de los tokens sea considerado como el propietario del inmueble.
Para muchos, el metaverso continúa sonando a ciencia ficción. Pero, lejos del fracaso que se vaticinó en su día, no solo ha ganado seguidores, también ha evolucionado. Hoy es posible la compra y venta de terrenos en el metaverso. Se pueden adquirir del mismo modo que se haría en la realidad, mediante una inmobiliaria. Después, se pueden construir viviendas virtuales, negocios, espacios de eventos y mucho más. Te explicamos cómo funciona a continuación.
Lo primero que hay que saber para entender cómo funciona la compra y la venta de los terrenos en el metaverso es tener claro cómo son. Se trata de mundos o lugares virtuales en los que se puede interactuar con los elementos que hay alrededor, incluyendo otros avatares. Con esta explicación puede que lo que te venga a la cabeza sea un videojuego, pero no es así, incluye mucho más.
En el metaverso se interactúa con el entorno. Casi cualquier objeto que haya alrededor se puede tocar o mover de lugar, convirtiendo la experiencia en lo más real posible. También es posible modificar tu avatar, cambiando su aspecto y dándole el deseado. Pero el objetivo principal es el de interactuar con otras personas que utilizan ese mismo entorno. Es posible hablar con ellas, jugar, descubrir nuevos escenarios…
Entre los puntos fuertes de algunos metaversos está la posibilidad de acudir a diferentes locales y puntos de encuentro en los que se dan charlas, se exponen obras de arte, se disfruta de conciertos o se mantienen reuniones sociales y profesionales, entre otras muchas cosas. Para tener uno de esos espacios en los que construir escenarios, salas, edificios de apartamentos e incluso chalets, hace falta que el constructor virtual disponga de un terreno dentro de ese metaverso.
El sector inmobiliario en el metaverso está en auge. Durante el 2021 el gasto en terrenos e inmuebles virtuales movió aproximadamente 500 millones de dólares, según datos proporcionados por MetaMetrics Solution. Es decir, se trata de un negocio en alza que las inmobiliarias no pueden dejar pasar por alto, especialmente cuando se trata de un mercado que verá crecer su tasa anual en un 31% entre 2022 y 2028. Eso sí, hay que centrarse en el metaverso apropiado, ya que hay muchos diferentes. En aquellos en los que mayor movimiento se produce están Decentraland, Somnium Space, Sandbox y Cryptovoxels.
Es destacable el mercado inmobiliario virtual de Decentraland. En la gran ciudad de esta plataforma, Genesis City, los participantes pueden crear sus avatares y moverse con libertad. Se ha comparado esta población virtual con Washington D. C. por su extensión. Cuenta con nada menos que 900.000 parcelas, y la cifra sigue aumentando. El precio de los espacios y las viviendas varía mucho, porque no es lo mismo vivir en el centro, en la periferia o en una urbanización de lujo. Algunas personas están dispuestas a pagar lo mismo que pagarían por una vivienda física, llegando a comprar un espacio por hasta 200.000 dólares, aunque hay excepciones que superan con mucho esta cantidad.
En vista de la rentabilidad, los terrenos en los que se edifican los inmuebles alcanzan precios elevados. Por ejemplo, una finca en Decentraland se vendió recientemente por más de 2,4 millones de dólares. La inmobiliaria virtual conoce bien el mercado y sabe que algunas zonas son más propicias, no solo para suministrar viviendas virtuales para los avatares, sino también para tiendas, empresas, eventos, deportes, escenarios de juego y mucho más. Siguiendo con el ejemplo de Decentraland, la parcela más baja actualmente cuesta unos 12.500 dólares y por la que más se ha pagado se han desembolsado unos 2,4 millones de dólares.
Para acceder a la compra de uno de estos escenarios has de conocer algunos detalles, lo mejor es contratar a un consultor experto Metaverse real estate. Por ejemplo, la compra se realiza en criptomonedas. Si no dispones de fondos conseguidos directamente en internet, puedes comprarlas con dinero de curso legal. No vale cualquier moneda virtual, ha de ser una que sea aceptada por la plataforma.
Asimismo, para acceder a los terrenos en el metaverso, hay que contactar con una inmobiliaria especializada en este campo. Algunas, como la nuestra, pone a tu alcance propiedades físicas y virtuales. Puedes contactar con nosotros y te daremos toda la información que nos pidas. Encontraremos para ti un espacio que se adapte a tus necesidades.